jueves, 19 de febrero de 2015

Helsinki, Finlandia

Helsinki es una de las capitales europeas más alejadas de España, ya que hay que cruzarse prácticamente toda Europa en diagonal. Casi 3.000 km la separan de Valencia, y lo peor no son los kilómetros, sino los 21 grados de diferencia de latitud que hacen que la diferencia en grados de temperatura sea bastante mayor... Y más si se viaja en pleno invierno, como hice yo.
 
Así que en este caso no me atreví a alquilar coche, ¿por qué? Mirad cómo se ve el tránsito desde el autobús: montañas de nieve que sustituyen a medianeras y quitamiedos, y placas de hielo que no sé cómo no han patentado aún los coches con esquís en vez de con ruedas...
 En realidad me dijeron que el problema para coger el coche tan sólo viene cuando se alcanzan los 30 bajo cero, que es cuando ya empiezan a no arrancar y a esas temperaturas ya está establecido que no hay clase y está justificado faltar al trabajo... Pero si la temperatura es de -27ºC por ejemplo, ¡ningún problema!
Otra alternativa posible era la bici, que no será porque no están preparados para ello, y luego aquí parece que nos da pereza en cuanto se nubla un poco... Pero tampoco me animé.
 

 
A lo que sí me hubiera animado gustosamente es a disfrutar de unas bajaditas con esquí o snow en el "parque", público y gratuito, donde se reúnen los jóvenes después de clase a aprovechar las últimas horas de luz, ¡eso sí que me da envidia infinita!
 
Así que entre el tiempo frío y las pocas horas de luz de la tarde, la verdad que lo que es Helsinki en sí lo he visitado muy poco. Apenas un paseo quasi-nocturno en el que destacar la catedral (ya veis que estaba nevando), el puerto, y las grandes avenidas y parques. Sin duda otra ciudad a mi lista de sitios a los que volver con más tiempo... y en este caso a ser posible con mejor clima.

Una de las tardes que sí pude salir a pasear lo hice por Porvoo, que es la segunda ciudad más antigua de Finlandia después de Turku. Su casco antiguo es de la edad media, y la mayoría de las casas son de madera. Además tiene un río, y en esta época del año puedes decidir si cruzarlo por el puente o directamente pasear sobre él. Yo me decidí por lo seguro, pero más de uno se atrevía con este firme eventual.


 Por aquí alguna foto más de cómo lucían las calles y rincones, abarrotados de nieve. Por ejemplo el "senderito" marcado hasta el contenedor de basura, no quisiera ser yo el encargado de tener que vaciarlo hasta el camión.

 
Una de las cosas que me llamó la atención al tratar con los locales es la "similitud" del idioma finés (o finlandés, ambas aceptadas por la RAE), me refiero a la fonética. La pronunciación es bastante parecida a la española, es decir es bastante "llana" y se lee como se escribe. Así como enseguida reconocemos a un francés por las "erre", los italianos por el sonsonete, los alemanes por la dureza de los "gggrrr", ... Si oyes a un finlandés de lejos sin ser capaz de captar bien los vocablos, fácilmente podrías pensar que estás oyendo a españoles (sólo que con el volumen unos cuantos decibelios por debajo, eso sí, siempre). Otra cosa es si ya nos metemos a aprenderlo, pues la gramática es de las más complicadas de los idiomas europeos. Ejemplo: el alemán tiene 6 declinaciones y a algunos con esto ya se nos atraviesa, ¿cuántas tiene el finés? Pues hasta 17. Esto me lo explicó un inglés con el que estuve trabajando, y llevaba ya unos años viviendo en el país. Con lo sencillo que es el inglés, si ya les parece difícil conjugar los verbos en el español, imaginad el pobre a lo que se enfrenta allí.
Y hablando de cosas españolas, no pude evitar entrar a cenar a un restaurante español, y a puntito estuve de pedirme la "Paella Valencia", auténtica dónde las haya... Para los que no controléis de inglés traduzco los ingredientes: chorizo (¡esto se entiende eh!), gambas, pollo, aros de calamar rebozados, cebolla marinada, judías, ajoaceite y arroz. ¡No le falta de ná! Pues finalmente me pedí tortilla de patata y salmón, y eso era una especie de pastel de capas de patata todas organizaditas a capas... El salmón sí en su punto de horno, que de eso sí controlan.
 

El trabajo con los finlandeses excelente, es un tópico más que se cumple pero es así, aplicados, eficientes, agradables, ... Ni un pero que ponerles en toda la semana. Y también había entre el grupo además del inglés, una chica rusa y un francés. La integración y el nivel socio-cultural en los países nórdicos también es algo que envidio.
Bueno, y ya para despedirnos de Helsinki, ¿qué os parece despegar en esta pista? Aquí nos caen dos copos y el aeropuerto se nos atasca con cancelaciones y retrasos, allí despegamos en una pista de hielo y ni medio problema, oigan.
 
 

4 comentarios:

  1. Qué me gusta a mí leerte!Y encima esta vez sales en alguna fotillo más, yujuuu! La conclusión q saco es q cada uno se adapta a lo q tiene, y claro, si cada vez q hace mal tiempo los finlandeses tuvieran q kedarse en casa...vaya plan!!un besazo y sigue escribiendo!

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    1. ¡Pues es recíproco! Así que espero que sigas katando muchas cosas más, tú ya me entiendes ;) ¡Muaks!

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  2. Jajaja, de -27 a -30 hay todo un mundo!! Estoy de acuerdo con lo que el idioma recuerda al español (es como raro, pero la entonación es parecidísima) y con que son super majetes. Por eso les encanta España a ellos también, no? Thanks por compartir!! Besitos!

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    1. Gracias Rosa! Pues sí que les molamos, de hecho casi todos con los que contacté habían visitado alguna vez alguna playa del Mediterráneo español, y claro lo del clima es normal que les encante y que flipen con tanto solete, menudo contraste! Besos a tí también y tengo que repetir aquí también que el gusto por compartir posts es recíproco!

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